El Matrimonio Eterno
Mi hermana Emily y su esposo Kirk |
Estoy muy agradecido porque en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días una familia puede recibir esta promesa sagrada y vivir juntos para siempre. Y estoy muy contento de que mi hermana se casó en uno de los Santos Templos de Dios y su matrimonio es un matrimonio eterno.
Si quiere aprender más sobre los Templos de la Iglesia de Jesucristo
véase a contiuación.
El Santo Templo
“El templo es una gran escuela; es una casa de aprendizaje"President Boyd K. Packer
El matrimonio es ordenado por Dios
El matrimonio entre el hombre y la mujer es una parte esencial del plan de Dios. El Señor ha dicho: “…quien prohíbe casarse no es ordenado por Dios, porque el matrimonio lo decretó Dios para el hombre” (D. y C. 49:15). Desde el principio, el matrimonio ha sido una ley del Evangelio y se instituyó con el fin de que perdurara eternamente, y no sólo durante nuestra vida terrenal.
Muchas personas del mundo consideran al matrimonio solamente como una costumbre social, un acuerdo legal entre un hombre y una mujer para vivir juntos; pero, para los miembros de la Iglesia, el matrimonio es mucho más que eso: nuestra exaltación depende de él, junto con los demás principios y ordenanzas, tales como la fe, el arrepentimiento, el bautismo y el recibir el don del Espíritu Santo. Nosotros creemos que el matrimonio es la relación más sagrada que existe entre un hombre y una mujer; esta sagrada relación influye en nuestra felicidad tanto ahora como en la eternidad.
En el templo, los matrimonios Santos de los Últimos Días se arrodillan en uno de los sagrados altares en presencia de su familia y amigos que hayan recibido la investidura del templo y hacen sus convenios matrimoniales ante Dios. Se les declara marido y mujer por esta vida y por toda la eternidad, lo cual se hace por medio de un poseedor del santo sacerdocio de Dios, a quien se le ha dado la debida autoridad para realizar esta sagrada ordenanza. Él actúa bajo la dirección del Señor y le promete a la pareja las bendiciones de la exaltación y le da a conocer lo que deben hacer para recibirlas; además, les recuerda que todas las bendiciones dependen de la obediencia a las leyes de Dios.
El porque contruimos
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Las bendiciones del templo
“No creo que haya lugar en el mundo en el que me sienta más cerca del Señor que en uno de Sus santos templos”.
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